과달루페 외방선교회 한국 지부

miércoles, 10 de julio de 2013

Un Templo Expiatorio en Corea.




El pasado 25 de junio, el cardenal jubilado Nicolás Cheong (Jin-Suk), realizó la consagración de un templo expiatorio en compañía de 7 obispos, el Nuncio Apostólico, numerosos padres coreanos,  autoridades civiles del lugar y más de 1,500 fieles congregados para la ocasión. El motivo de la dedicación de este templo, único en el país es para pedir por la reconciliación de las dos coreas que durante 63años han vivido practicamente como países enemigos, siempre amenazándose y acusándose mutuamente, pero, sin lograr pasos importantes para la unificación pacifica de la península coreana.

Efectivamente, el 25 de junio de 1950 estallo la guerra de Corea que duro 3 años. En la misma mucha gente perdió la vida y desde entonces el dolor de la separación de familias, la constante tensión entre los dos países, la tristeza de ver como el país de Corea del Norte no tiene libertad religiosa, y como la mayoría de la población vive practicamente en la pobreza, ha motivado a la Iglesia católica ha hacer oración por por la reunificación pacifica. En particular desde 1989, el Cardenal Esteban Kim (Sou-Hwan), inicio este movimiento de oración más organizado y propuso que cada año, el domingo más cercano al 25 de junio, se celebrara en todas las parroquias del país, la misa por la reconciliación de este pueblo dividido. Y desde ese año lanzo la idea de construir un templo expiatorio. El propósito de este templo construido cerca de la linea divisoria de las dos coreas es ser un símbolo y una invitación arrepentirse por las faltas contra la unidad, y para invitar a la gente a hacer oración por esta intención.

En su homilía el cardenal Chong afirmó que para poder reconciliarse, primero hay que perdonar de corazón, pero para lograr eso, es necesario primero reconocer las propias faltas y arrepentirse. La construcción de este Templo Expiatorio fue una decisión que se tomó en el Sínodo Diocesano de Seúl en el 2004. En el 2006 se inicio la construcción y a pricipios de este año se transpasó a la diócesis de Uiyongbu, y finalmente el pasado 25 de junio se realizo la consagración.

Para nosotros los Misioneros de Guadalupe, que siempre hemos apoyado el movimiento de oración por la reconciliación de las dos coreas, la consagración y apertura de este Templo Expiatorio es motivo de alegría y de esperanza de que pronto se llegue el día de la apertura de Corea del Norte al Evangelio y podamos poner nuestro granito de arena en esa parte del pueblo coreano, como lo hemos estado haciendo en el sur durante más de 50 años.

P. Gerardo Cabral P., MG
Seúl, Corea





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